LA PSICOMOTRICIDAD
La
psicomotricidad está basada en la relación psicosomática (cuerpo-mente) que se
refiere al hecho de que el factor corporal modifica el estado psíquico, es
decir que todas aquellas experiencias motoras que ofrezcamos al niño ayudarán a
que fije nuevas habilidades y de esta manera se modificarán las antes
aprendidas.
El papel
de las docentes es fomentar la práctica de actividades motrices, las cuales
variarán de acuerdo a la edad y el proceso de desarrollo del niño, para ello es
necesario estar informadas acerca de las características del niño en sus
diferentes etapas.
El afecto
también es un elemento importante en la psicomotricidad porque entre el
movimiento y las emociones existe una relación, por tanto cualquier concepto
que se le enseñe al niño tiene una resonancia afectiva que debemos tener
siempre en cuenta.
La
psicomotricidad en los niños se utiliza de manera cotidiana, los niños la
aplican al correr, saltar o al jugar con la pelota. Mediante estos juegos los
niños desarrollan habilidades correspondientes a las diferentes áreas, por ese
motivo ofrece muchos beneficios a los niños.
Importancia y beneficios de la psicomotricidad
- Sirve como un canalizador, ya que el niño puede descargar su impulsividad sin culpabilidad. Esta descarga será determinante para su equilibrio afectivo.
- Facilita la adquisición del esquema corporal, permite que el niño tome conciencia y percepción de su propio cuerpo.
- Favorece el control del cuerpo, a través de la psicomotricidad el niño aprende a dominar y adaptar su movimiento corporal.
- Ayuda afirmar su lateralidad, control postural, equilibrio, coordinación, ubicación en tiempo y espacio.
- Estimula la percepción y discriminación de las cualidades de los objetos así como la exploración de los diferentes usos que se les puede dar.
- Crea hábitos que facilitan el aprendizaje, mejora la memoria, la atención y concentración, así como la creatividad del niño.
- Introduce nociones espaciales como arriba-abajo, a un lado-al otro lado, delante-detrás, cerca-lejos y otros más, a partir de su propio cuerpo.
- Refuerza nociones básicas de color, tamaño, forma y cantidad a través de la experiencia directa con los elementos del entorno.
- Se integra a nivel social con sus compañeros, propicia el juego grupal.
- Ayuda a enfrentar ciertos temores, el niño fortalece no solo su cuerpo sino también su personalidad superando así ciertos miedos que antes lo acompañaban.
- Reafirma su autoconcepto y autoestima, al sentirse más seguro emocionalmente, como consecuencia de conocer sus propios límites y capacidades.